29.8.10

Alrededor de los seis, siete u ocho años... estaba almorzando con mi papá, mi hermana y mi hermano. Terminé de comer, fui al baño y escupí en el inodoro todo (o gran parte) de lo que había ingerido. Mi papá, que ahora me pregunto cómo supo o intentó suponer la situación, me descubrió y fueron tal los gritos (y casi llantos) de todos que por un buen tiempo esa idea desapareció de mi cabeza. Cómo agradezco ese día.
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