30.9.10

Siempre la misma historia. Esa mezcla de libertad con compromiso que se revuelve hasta diluir lo que sentimos. Esa tristeza que genera el hecho de irse ver a alguien con el corazón entre las manos y una mochila de odio y angustia... el simple y complejo hecho de hacer de tu vida una dependencia. La maldita combinación del capricho, amor y necesidad, que logra convertirse en una estúpida manía. Y uno se pregunta por qué, cómo y cuándo pasó todo esto. Cuándo logramos sentir tanto y cómo fue que lo demostramos.

Tantas vueltas, tantos giros... y siempre lo mismo en materia de amor