31.3.11

Hace tiempo ya, una profesora me dijo durante una charla que yo era realmente excelente, pero que cuando lograra ser menos estructurada iba a poder llegar mucho más lejos de lo que en ese entonces imaginaba.

Hoy, dos años después, fuera del colegio y entrada en la universidad, puedo decir que no soy para nada excelente, pero si tengo la firme convicción de que debo dejar el marco, la línea, el molde. Tengo que ser. Y no digo que no sea lo que quiero o que no me deje ser, digo que un camino sin regla, un camino menos detallista y más aventurero podría resultar sumamente divertido.