Cuando nos sentamos uno frente al otro y cuento que hace días vengo loca. Que estaba confundida, borracha, con un mal día o más histérica que hace unas horas. Cuando te confieso que quiero cambiar varias reglas de este juego. Cuando te digo que quiero esto y no aquello, un poco mas de lo otro y mucho menos de eso. Cuando doy varias vueltas y mi cabeza baila como marquesina y hace una lista de tales y tales cosas. Un dejame pensarlo o algo del estilo no me gusta y sin embargo se que es lo principal. Y no. No es lo principal. No es protagonista ni nada más. No quiero pensarlo ni quiero dejarte pensar nada. Entendí que las probabilidades de que vuelva a pasar lo mismo depende del cambio o no de actitud del otro. Y no tengo ganas. No tengo ganas de actuar igual. Cambiemos. Llevo ventaja en esto, vengo pensando en como cambiar hace meses y meses. Quedaste detrás. Y ahora estás por volver a pasar.