La sonrisa de Mamá. El jugo de naranja y las tostadas con dulce de la mañana. El viento contra mis sentidos. El aire en mis pulmones. La inteligencia de Papá. La facultad a las seis de la mañana. Las bibliotecas. Los pasos de Sobrino. El chocolate. Los ojos achinados por el sol. Cantar Esa canción. Conocer gente nueva. La risa en medio del beso. El rodete que se deshilacha. Los pies descalzos sobre el parquet. Pelear y terminar riendo. Amarse. Cambiar algo. La música del mar. Los gritos de mis amigas. Los regalos. Soñar. Comer durazno. Las risas de mis abuelos. Hacer una torta. Arriesgarse. Las hojas del Otoño y las tardes de Primavera. Meterse a una pileta. Llorar por algo que perdimos. Sacar fotos. Que te acaricien el pelo muy despacio. Sentir el perfume de otro en tu piel. Internarse en el gimnasio. Ordenar, cambiar las cosas de lugar, oxigenar. Caminar de la mano con alguien que queres. Pintarse las uñas. Viajar. El instante previo a un beso. Poder hacer algo con las manos. Bailar. Jugar juegos de mesa. Cocinar cosas ricas. Correr bajo la lluvia. Escribir lo que te pasa. Contar historias. Dormir llena de mantas. Engancharse con una serie. Comprar algo que queremos hace mucho. Abrazar a mis hermanos. Malcriar a aquellos que amamos. Caerse y no poder levantarse por la risa. Brindar. Comer mucho. Encontrar a Ese alguien que te vuele la cabeza y te haga ir más allá.
