21.3.10

Abro la puerta, me saco las zapatillas con los pies y no me preocupo por desatar los cordones. Agarro el pijama, me saco el jean sin perder el equilibrio y me pongo el short. Lo mismo con la parte de arriba. Me saco las medias. Prendo la música. Y recién ahí me detengo a disfrutar mis pies descalsos sobre el parquet frío. Abro la cama, saco los almohadones. Cambio la música. Y me meto. Y así es como se pasa un domingo, con lluvia y frío.

El chocolate en la mano se sobreentiende

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