Hay en mí actos pasados, rostros olvidados y recuerdos de sonrisas cómplices que vienen hacia aquí para recordarme todo lo que viví. Qué más seguro que el recuerdo de alguien... acá, en mi cabeza y en mi corazón bien guardado. Nada ni nadie me lo va a quitar... aún así no logro convenserme, lloro un poco, me duermo, agarro una botella, y vuelvo a dormir. No puedo más.
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