Y todos los días me traslado en tiempo y forma nueve meses atrás, cuando entre dulces palabras, promesas y te amos lograste decirme lo que sentías por mí, mostrarme la fuerza con la que habías peleado por estar a mi lado y todo lo que darías por tener una historia conmigo. Y es ahí cuando me confundo, me pierdo y no logro entender como cinco meses después tuviste el coraje suficiente para borrar todas esas promesas y olvidarme como mujer. Y ahora, ahora... casi medio año después, me sigo preguntando por qué, cómo y para qué hicimos lo que hicimos.
Hipócritas. Los dos.