1- ¿Te llevás bien con tu suegra?
No, me llevo como el orto.
El amor no muere, nunca. No es propenso a la muerte pero si tiene la capacidad de deslumbrar a sus partidarios, de ganar cualquier batalla contra sus rivales... pero no cuenta con la capacidad de morir. El amor muta, cambia, evoluciona, retrocede. El amor siempre está, de una u otra manera, pero está.
Empieza otra vida y esta vez eligen con quien compartirla. Llegaron al día de hoy entre tantas emociones y preparativos para poner ante la ley y a la Iglesia todo su amor y para seguir recorriendo este camino juntos. Nos gusta verlos ilusionados y sonrientes, transmiten alegría y felicidad. Cuidense y disfruten cada momento. Que hoy sea el comienzo de lo más maravilloso de sus vidas, les deseo de corazón…
Y vos no olvides, te llevás lo mejor de la casa.
A veces pasa. Suele joder que te recuerden algo que no echas de menos. Yo no te pedí que me traslades en tiempo tres o cuatro años atrás para ver cómo pensaba y qué deficiencias tenía o que me cuestiones por qué usaba esos pantalones y ese flequillo. No, no y no. Pero ya que retrocedés... si, quiero recordar todo eso. Quiero revivir esas risas, esos bailes... quiero que vuelvan esos días en que salíamos a la matiné todos los fines de semana, conocíamos mucha mucha gente y era ritual comprar remeras divertidas, cuanto más coloridas mejor y cuanto más extravagantes más genial.
Quiero volver al día en que te conocí